demencia vascular

¿Qué es la demencia vascular?

demencia vascular

Las demencias, han estado en el foco de atención, alrededor de hace una década. Debido al incremento creciente en la población. Dentro de la enfermedad por demencia más común, luego del Alzheimer, se encuentra la Demencia Vascular (DV). Producida por una lesión vascular, o varias lesiones de pequeño vaso. Además, podría presentar una lesión isquémica.

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Esta demencia es causada por una serie de pequeños accidentes cerebrovasculares. Estos accidentes son causados por pequeños rompimientos de vasos sanguíneos en alguna zona del cerebro. Como consecuencia, interrumpe o bloquea el flujo sanguíneo en las diferentes áreas interconectadas de nuestro cerebro. Es decir, causa un infarto cerebral o pequeños microinfartos. A veces, pueden ser silenciosos sin presentación clínica que se pueda observar en el paciente. Y tras pasado el tiempo, se muestran síntomas cognitivos, cuando aparecen muchas de las áreas dañadas.

La Demencia Vascular, es un tipo de demencia que afecta diferentes áreas cerebrales, desde la corteza cerebral, las vías neurales, la sustancia blanca, los núcleos grises profundos, como lo es, el tálamo y ganglios basales), así como, una presentación de varias lesiones en dichas áreas, (Silvestre, 2014).

Ahora bien, el Manual Diagnostico de los Trastornos Mentales, (DSM-5, 2013), describe criterios diagnósticos específicos para mejor comprensión y manejo multidisciplinar. Y así, como las demás demencias, se establece un Trastorno Neurocognitivo Vascular Mayor o Leve, de acuerdo al nivel de gravedad de los síntomas y al nivel de autonomía e independencia funcional que presente el paciente.

Dentro de los criterios diagnóstico que están establecidos por el (DSM-5, 2013), se describen los siguientes:

  1. Se cumplen los criterios de un trastorno neurocognitivo mayor o leve. B. La sintomatología clínica es compatible con una etiología vascular como lo sugiere cualquiera de los siguientes criterios:
  • El inicio de los déficits cognitivos presenta una relación temporal con uno o más episodios de tipo cerebrovascular.

2. Las evidencias del declive son notables en la atención compleja (incluida la velocidad de procesamiento) y en la función frontal ejecutiva.

3.Existen evidencias de la presencia de una enfermedad cerebrovascular en la anamnesis, en la exploración física o en el diagnóstico por la imagen neurológica, consideradas suficientes para explicar los déficits neurocognitivos.

4. Los síntomas no se explican mejor con otra enfermedad cerebral o trastorno sistémico.

Se diagnostica un trastorno neurocognitivo vascular probable si aparece alguno de los siguientes criterios, pero en caso contrario se diagnosticará un trastorno neurocognitivo vascular posible:

  • Los criterios clínicos se respaldan con evidencias de diagnóstico por la imagen neurológica en que aparece una lesión parenquimatosa significativa atribuida a una enfermedad cerebrovascular (respaldo de imagen neurológica).
  • El síndrome neurocognitivo presenta una relación temporal con uno o más episodios cerebrovasculares documentados.
  • Existen evidencias de enfermedad cerebrovascular, tanto clínicas como genéticas (p. ej., arteriopatía cerebral autosómica dominante con infartos subcorticales y leucoencefalopatía).

Sin embargo, como todo en la vida tiene sus riesgos, en el caso de la Demencia Vascular, existen factores que son muy comunes en la población, dentro de los cuales están:

Factores genéticos y fisiológicos: Como lo son, la Diabetes, especialmente el tipo II, la presión arterial alta, el Tabaquismo, historial patológico de un accidente cerebro vascular (ACV), obesidad, colesterol.

Factores ambientales: el nivel de Educación, el ejercicio físico, actividad mental. Un estilo de vida sedentario contribuye a presentar enfermedades que precipitan este tipo de demencia.

Es importante destacar, que la demencia vascular es más común en personas de raza afroamericana, países del este, así como (Japón y China). Y es más común en los hombres, más que en las mujeres. Con una incidencia del 13% a la edad de 70 años. La presentación de los síntomas sucede de manera gradual y en ocasiones, dependiendo de la lesión, suele ser abrupta. Del 20-30%, luego de presentar un ACV son diagnosticados con Trastorno Neurocognitivo.

Algunos de los síntomas significativos tempranos de este tipo de demencia, se encuentran:

  • Dificultad para realizar tareas que solían ser fáciles, como llevar el saldo de una chequera, participar en juegos (como bridge) y aprender nueva información o rutinas.
  • Perderse en rutas familiares.
  • Problemas del lenguaje, como tener dificultad para encontrar el nombre de objetos familiares.
  • Perder interés en cosas que previamente disfrutaba, estado anímico indiferente.
  • Extraviar artículos.
  • Cambios de personalidad y pérdida de las destrezas sociales.

A medida que la demencia empeora, los síntomas son más obvios e interfieren con la capacidad para cuidarse. Además, depende del lugar de la lesión. Dentro de los síntomas comunes, están:

  • Patrones de sueño cambiantes, despertarse con frecuencia por la noche.
  • Tener dificultad para realizar tareas básicas, como preparar comidas, escoger la ropa apropiada o manejar.
  • Olvidar detalles acerca de hechos actuales.
  • Olvidar hechos de la historia de la vida de uno, perdiendo la noción de quién es.
  • Tener delirios, depresión o agitación.
  • Tener alucinaciones, discusiones, golpear, comportamiento violento.
  • Tener más dificultad para leer o escribir.
  • Tener mal juicio y perder la capacidad para reconocer el peligro.
  • Usar la palabra errónea, no pronunciar las palabras correctamente, hablar con oraciones confusas.
  • Alejarse del contacto social.

De acuerdo a la lesión cerebrovascular, se puede determinar el tipo de Demencia Vascular. Dentro de los cuales están:

Por infartos múltiples.

  • Infartos corticales y subcorticales grandes.
  • Síndromes neuropsicológicos corticales (afasia, apraxia, agnosia).

Subcortical.

  • Pequeños y profundos infartos, cambios difusos en la sustancia blanca y lesiones isquémicas.
  • Síndrome disejecutivo frontosubcortical.

Por infarto estratégico

  • Pequeñas lesiones isquémicas en áreas críticas para funciones corticales superiores.
  • Ambos.

Para la valoración de la Demencia Vascular, es necesario realizar un buen historial clínico, estudios de neuroimagen y una evaluación neuropsicológica especifica de las funciones cognitivas y funcionales. El tratamiento se centra en, mantener un estado de ánimo regulado y una calidad de sueño, de ser necesario, una intervención medicamentosa, así como también, un abordaje psicológico clínico y de la salud. Además, actividades de estimulación cognitiva para ralentizar los síntomas cognitivos. En muchos programas terapéuticos, se incluyen actividades caseras, con el fin de mantener al paciente realizando actividades funcionales de su vida diaria.

Todo esto con el fin de proporcionarle al paciente, un abordaje médico y terapéutico apropiado a los síntomas.

Si has sufrido un ACV y presentas síntomas de demencia, o tienes algún familiar presentando signos de alarma, es importante que acudes a una consulta neuropsicológica. Estoy aquí, para acompañarte a ti, y tu familia en este proceso.

Priscilla Rodríguez | Neuropsicóloga Clínica

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