¿Por qué se nos olvidan las palabras?

¿Te ha pasado alguna vez que estás hablando y de repente no puedes expresar una palabra? Con esto, suele decirse una frase en el argot popular, tal como: “lo tengo en la punta de la lengua” o “ya se te están olvidando las cosas”. Y en muchas ocasiones, resulta en una preocupación significativa para muchas personas.

Para comprender qué pasa, es importante que conceptualicemos, ¿qué es el habla? Esta es una función innata que nos permite crear o aprender un lenguaje. El lenguaje, por su lado, es un medio de comunicación que utilizamos. Además, la comunicación puede ser verbal (a través de palabras habladas) o no verbal, a través de gestos. Esta habilidad cognitiva está regulada por el lóbulo temporal. Una lesión en esta área puede provocar dificultades para comunicarnos. La producción del lenguaje está relacionada con la función de 100 músculos diferentes, áreas fisiológicas y un control de red neuronal que se interconecta con extensas áreas del sistema nervioso.

Ahora bien, las funciones cognitivas que se relacionan con la habilidad para comunicarse de manera verbal se encuentran, la percepción auditiva, es decir, cómo nuestro cerebro interpreta lo que escucha y cómo lo asocia con la idea que ya tiene previamente a la información que recibe. Indiscutiblemente, entra en juego la capacidad del cerebro para procesar la información. En esta habilidad intervienen procesos atencionales y de funciones ejecutivas, como las de organización e incluso planificar una idea para expresarla. Estas acciones suceden en milésimas de segundos y mientras más información o conocimiento regulado, es mucho más fácil para el cerebro comunicarse. De igual manera, están involucradas las habilidades de memoria de trabajo, como les he mencionado en otras publicaciones, es la que utilizamos en el momento; además, se encuentra la memoria verbal a mediano y largo plazo, que es la capacidad de recuperar información verbal y utilizarla en ciertos momentos.

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Ya que conocemos algunas de las habilidades clave en el proceso de la comunicación, entonces, ¿qué pasa cuando no podemos decir una palabra? A este proceso se le conoce como la fluidez verbal, esta capacidad nos permite categorizar y organizar rápidamente una información o una idea. Si una persona no es capaz de organizar apropiadamente una información, es muy probable que cuando tenga que utilizarla no recuerde la palabra. Entonces, para que esté más claro, en muchas ocasiones, las personas tienen tanta información que se les dificulta seleccionar lo prioritario en el momento y descartar los demás pensamientos, y estos procesos están íntimamente relacionados a los procesos atencionales y a las funciones ejecutivas, de automonitoreo de su propia conducta.

Finalmente, es importante descartar que la persona no esté presentando ninguna patología subyacente. Ahora bien, tras la evaluación neuropsicológica adecuada se le ofrecen al paciente herramientas útiles para mejorar esta dificultad.

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